ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL HULE (CAUCHO) EN MÉXICO. Parte 1

Introducción

Uno de los interesantes relatos que Cristóbal Colón llevó a Europa al concluir su segundo viaje a América en 1496 fue el de haber visto que los indígenas practicaban un juego con una pelota hecha con el liquido lechoso de un árbol (Castilloa elástica), que rebotaba.

Aunque Colón no lo sabía, en la misma época los indígenas de la cuenca del Amazonas se protegían de la humedad sumergiendo sus rudimentarios calzados en la savia de otro árbol, el Hevea brasiliensis. Igualmente evitaban que se mojaran algunas de sus escasas pertenencias metiéndolas en rudimentarias bolsas que también habían sumergido en látex; y se protegían de la lluvia con primitivas telas ahuladas.

En su libro “El Caucho Natural” P. Compagnon, escribe que los arqueólogos señalaron en el año 1700 A.C. como la fecha de aparición de los primeros “Olmecas”, Indígenas meso-americanos descubridores del látex, producto natural del cual se obtiene el caucho (Martínez Cortes F. “El Hule en México”. Industrias Negromex, S.A. de C.V.).

Olmeca es un epónimo de origen náhuatl que significa “habitante del país del hule”. los Olmecas se desarrollaron desde el año 1500 A.C. y se asentaron en los actuales territorios de los estados de Veracruz y Tabasco de México.

Localización de los Olmecas en México

En México se le llama “hule” al “caucho” debido a que a la planta productora se le llamaba olin u ollin, para los españoles le llamaron “Hule”. Y el origen de la palabra “caucho” al árbol que crece a lo largo del Rio Amazona y que los Indios Mainas llaman a su resina “Cahutchu”.

El descubrimiento del hule no tuvo usos prácticos inmediatos, principalmente porque no se sabía cómo evitar que el hule se volviera pegajoso con el calor (verano ó con el sol), y quebradizo con el frío. Fue hasta el siglo XIX que se sentaron las bases para el uso del hule en miles de artículos, y en grandes cantidades.

El Hule en México

En materia de plantaciones, México se adelantó ampliamente a los países del Extremo-Oriente, en 1872, Matías Romero, embajador de México en Washington, siembra 100,000 plantas de Castilloa en el Soconusco (Chiapas). En 1903, se censan 20,000 acres sembradas en México promovidas por Estados Unidos ante la escasez de caucho. Desgraciadamente Castilloa elastica resulta ser bajo productor de caucho.

Se dice que las primeras plantaciones de hule Hevea brasiliensis, en México fueron establecidas en 1882 por compañías inglesas y holandesas en Veracruz (Tezonapa), Oaxaca (Tuxtepec, Ojitlan y Sta. Ma. Chimalapa) y en Chiapas (Tecnapa). El material vegetativo y la tecnología utilizada procedieron totalmente del exterior y no se conoce con certeza el éxito de esas plantaciones pues las mismas fueron abandonadas durante el periodo revolucionario (1910-1921) y algunas corrieron la suerte de cortarlas para sembrar Maíz y la superficie que quedo se empezó a explotar en forma primitiva en 1938. Para esa misma época se establecieron plantaciones en Arroyo Frijol, Oaxaca (50 hectáreas) y en Villa Azueta, Veracruz (120 ha) quedando actualmente restos de algunas.

A principios de la década de 1940, el suministro de hule a las compañías norteamericanas (USA) era obstaculizado a consecuencia de la segunda guerra mundial en el Sureste Asiático que era el principal proveedor; Brasil no tenía la capacidad para suplir la oferta asiática de tal modo que la mejor opción para un abasto seguro y cercano era sembrar hule en México.

En 1941 Estados Unidos, introdujo y multiplicó clones en México desarrollados en Indonesia, Malasia y Filipinas, estas primeras investigaciones las dirigió el Sr. Raymond Stadelman del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), realizando también la investigación en el Guayule arbusto productor de hule de las zonas desérticas.